miércoles, 23 de junio de 2010

FECHA 29

Poesía de Miércoles: Noche de Betos, Asaltos y Alumnos


Es hermosa la Poesía. Realmente lo es. Esta noche llegaron tres poetas colegiales escoltados por la profesora María Esther Pérez del proyecto literario Décima Musa. Iniciaron el recital presentándose con una contagiante ingenuidad que impregnó de dulzura el ambiente. Oímos así el Credo Poético de Laury Trujillo: Poesía Nuestra/ que estás en el sentimiento/ santificada seas en este papel/ ven a nosotros como estrellas de luz/ hágase tu voluntad en los libros/ como en la existencia/ danos hoy la inspiración/ y perdona nuestra inconstancia/ así como nosotros perdonamos la incomprensión... Conmovedor poema de esta jovensísima amante de las letras. Le siguió el pundonoroso joven Leoni Rebaza quien nos trajo el panorama mortalmente sombrío de su alma: Pido perdón a todas las sonrisas que maté/ con este retrato de la verdad/ pero hoy mis demonios se han vuelto amigos míos// Hoy es un día para morir sin razón/ pues para aquellos que piensan que están vivos/ no hay engaño más grande que los latidos de su corazón! Leyó con juvenil crudeza el buen Leoni y le continuó Daniela Luciano Lázaro, la Alcaldesa Escolar incapaz de contener el éxtasis amor que la consumía: Eres ese ser que se vuelve sombra de mis sueños/ tu mirada se apodera del silencio de mi alma/ eres el pincel mágico que dibuja mi nostalgia/ eres quien inunda mi horizonte con la melodía de tu calma... Poéticas linduras que nos compartieron estos adolescentes embebidos ya en sus pininos literarios. La profesora María Esther concluyó la escena inicial con la melodiosa declamación de un poema extenso como un río y se despidieron entre potentes aplausos y felicitaciones mil. Les siguió Beto Zelada, introspectivo y contemplativo poeta de Legión, cónclave de bardos, asesinos a sueldo y multimillonarios excéntricos. Nos sorprendió Beto Z con un estilo filosófico que pocos irradian desde Poesía de Miércoles: Yo le escribo a las sensaciones/ o a cualquier elemento que tenga que ver con ellas en génesis o consecuencia/ Les escribo porque hacerlo resulta tangible a mi percepción/ Sinceramente es un ejercicio que se puede realizar mucho más allá de las manos/ ¿cuánto hay que pensar para poner la palabra duda sobre el papel/ sobre la carne? Los espectadores brindaban con ajenjo, whisky y champagne, algunos hasta bebían la sangre del gato Baudelaire al que habían sacrificado en el callejón del Chaska minutos atrás. Continuó Beto Z: El hombre es una cáscara/ pero no es débil:/ quien le golpea/ se hunde en su vacío. Excelentes versos –lúcidos y desconcertantes- con que finiquitó este aedo su aparición previa a la llegada de los Legión. Ellos habrán de presentar Trama, su revista literaria, en las próximas semanas; mas en este preciso instante Beto Z tuvo que saltar de la mesa porque llegó el turno de Beto Barriga quien ya lanzaba bastonazos a diestra y siniestra y rugía uno de sus poemas más celebrados: Rewind. Beto increpó, amenazó, rogó, clamó, abrió las nubes, abrió el mar rojo, abrió su corazón, resucitó al gato Baudelaire y despertó la exaltación en las almas presentes. Jorge Tume y César Olivares de organizadores de Poesía de Miércoles se transformaron ipso facto en Presidentes Fundadores del Club de Fans de Beto Barriga. Única condición para pertenecer: Ser hermoso y no tener nada que ver con la normalidad. Beto recibió una cerrada salva de ovaciones y partió de la mano de Baudelaire, el gato al que resucitó con conflictos de identidad. (Guau! guau!, se quejaba el minino de su nueva voz).

Y para terminar la noche Katia y Carlos Asalto, directamente desde las multicolores cavernas del averno musical trujillense, nos trajeron su proyecto Maquinaciones. La performance sonora se titulaba: Maquinando Maquinaciones. Katia se dedicó a los teclados, tierna y gentil y el Asalto recibía descargas eléctricas, ponía los ojos en blanco, tormentas y tempestades despeinaban su larga cabellera, su alma salía y entraba de su cuerpo y finalmente murió en el escenario cumpliendo el sueño de su vida. Pero Beto Barriga, haciendo uso del Verbo viviente, lo resucitó justo como hizo con el gato Baudelaire e, igual al gato, Carlos Asalto renació con una nueva voz al mundo musical trujillano: pío, pío, pío...

Parece que su próximo concierto será en una granja infestada de gripe aviar.

FIN.

jueves, 17 de junio de 2010

FECHA 28

Poesía de Miércoles: Homenaje a Babel y Zahorí


Los nombres de Duncan Sedano, Carlos Prado y Miguel Ángel Pajares sonaron fuerte en la poesía trujillana en la década de los 90s. Duncan y Miguel Ángel se repartían cada año todos los premios Lundero de Poesía y tenían a su cargo además Saliendo de Babel, la página literaria del suplemento Dominical de La Industria. Carlos Prado, por su parte, además de ser un poeta édito, fue el gestor de la revista Zahorí y de varios recitales que irradiaron el fuego poético en aquel entonces. Mas los años pasaron vertiginosos. De los claustros universitarios los aedas migraron a los claustros judiciales y la Musa que antaño acariciara sus frentes cansinas y hundiera delicadamente los dedos en sus cabelleras, se retiró ante la llegada de manos más carnales y sensuales: acariciables y tangibles manos de mujer: Los poetas se casaron, tuvieron hijos, destacaron en sus profesiones, la inocencia que antaño abrió la puerta a la Poesía la clausuró entre sollozos y los que fueron los portadores del fuego sagrado le pasaron la antorcha a los nuevos locos de la Belleza.

Por eso Poesía de Miércoles invocó a los Zahorí, ya catedráticos y destacados hombres de leyes, pero en lo más profundo de sus corazoncitos, contemplativos aedos. Así que llegaron soledosos y nostalgiosos y cantaron sus nuevas églogas al público de miércoles.

Duncan inició con la inteligente crudeza que lo caracteriza: Hoy no llueve en Trujillo/ en realidad/ nunca ha llovido/ pero igual espero// Tengo las manos manchadas de crimen/ Es mi oficio// En ciertas ocasiones/ he intentado identificarme con las cosas de este mundo/ amar la belleza del gesto puro/ abrirme en canal el corazón/ quebrar la realidad/ he intentado convertirme en ser humano/ A cuánta gente he comprado/ cuánta gente me ha comprado/ fácil barato 2 por 1/ Pero no fue posible// Más tarde quizá llueva/ no he de perder la esperanza/ y levanto al cielo mis ojos/ implorando que por favor suceda/ que por favor llueva/ que por favor la ceniza de mis padres no se pierda en la memoria/ que por favor recojan mi cuerpo de la calle solitaria/ donde resbalé una noche sobre excrementos// QUE LLUEVA. Beto Barriga, conmovido, interrumpió para solidarizarse y felicitar al poeta. Le siguió Carlos Prado con sus melancólicas letanías: Poema dedicado a Diego Armando Maradona: PELUSA: Escribir desde el Perú sobre ti/ después de/ haberte visto solamente en televisión/ me otorga una singular retrospectiva// Las calles que en blanco y negro / dieron sombra a tus primeros sueños/ y a tu olímpica soledad/ son las mías/ nos conducen a los mismos paraderos// La gran diferencia consiste en que tú/ lograste hacerle un gol al miedo/ yo solamente un mal verso// Tu cruzaste el estadio azteca/ y tumbaste a la Dama de Hierro//Yo escondí el balón que compré con mis propinas/ gastado y desinflado/ como mis pretensiones de emularte// Pero se sirvieron de tu antigua tristeza/ mal disimulada con goles que te fueron dejando/ cada vez más solo// Tienes que aceptar que la vida también es redonda/ como el estadio vacío/ donde ocurrió tu última pesadilla// Hay que promocionar a otro muchacho más delgado que tú/ más ágil/ para que siga el partido/ así lo establece el contrato/ que habría sido firmado por mí/ como televidente. Beto Barriga salió de la sala y luego de unos minutos trajo un mohoso balón para el poeta. El gato Baudelaire lo olió y se fue a orinar asado. La lectura continuó con los sentidos versos de Miguel Ángel Pajares: FAROS: Hasta lo alto de los faros/ llega el perfume de las costas/ que soportan la nostálgica ausencia de los seres// Veloz es entonces el recuerdo de las ciudades vagabundas/ donde las canciones alcanzaron muchas veces/ los ecos del éxito/ haciendo que miles de jóvenes saltaran hasta derribar los coliseos/ y veloz es también el mar/ donde acude el fin del tiempo para descansar su fatiga// Son los faros el lugar de los olores suaves/ de los ruidos lejanos/ de la simple soledad que no intenta vestirse/ Nunca serán lugar de alegría/ ni destino ni fin de algún camino/ Lo alto de los faros sólo será el lugar/ donde existe la luz que espera// Al fin territorio para el perfecto olvido. Aplausos para los tres poetas. Beto Barriga ya se había transformado en Rimbaud, Holderlin y Milton al mismo tiempo, así que -bastón en mano- se mandó con un poema inquietante, hechando fuego por la boca: El viejo observa con ojos vidriosos/ inhala oxígeno, exhala memorias/ le gusta pensar que es un árbol/ la razón de su seca y arrugada piel/ le pide a Dios todos los días/ por lo que queda de la temporada// Al viejo le duele verse a sí mismo/ desgastado/ compuesto/ frágil/ putrefactas/ irracional recelo/ hojas marchitas. Ya cerrando el telón irrumpió, avesado e inesperado, Patricio Córdova dándonos con el mazo del sarcasmo en pleno rostro: Sacó una bolsa de chizitos de su morral y extrajo de ésta un largo pergamino: Mi poesía es como un chizito/ no te salvará la vida/ pero cómo la disfrutas: Leyó entonces, agresivamente, su manifiesto: La poesía que destella en mis venas está podrida/ carece de valor/ ningún banco de sangre desea beber de ella/ Mi poesía carece de pretensiones/ no quiero ser surrealista ni supra ni Dadá/ las calles que me secuestran saben que mi poesía no es callejera ni profunda/ mi poesía tiene huecos en las avenidas/ ojos de mujer angustiada/ tiene código de barras/ tiene un número equivocado en la línea telefónica/ Mi error principal consiste en creer/ que todas las palabras suenan a vacío/ a carne descompuesta/ a un enorme animal mitológico que secuestro y torturo a manotazos// Hasta aquí mi manifiesto es pensar, creer que pienso/ creer que la materia de mis palabras tiene trascendencia// Además la poesía no es un negocio rentable en estos días/ dediquémonos a vender armas/ dediquémonos a las más grandes aventuras acorde /a nuestra condición de gansters//Aquí lo que falta es poesía / una mariposa de colores universales con patas descomunales// Mi manifiesto es inestable, porque no establece ningún canon/ Mi manifiesto pretende defenderme del amor/ porque a una mujer se le ama de verdad/ cuando se le ve de perfil/ porque creemos que ese perfil es la otra parte// Mi poesía es un perro muerto hace unas horas/ mi poesía también es enterrada cada tarde entre arenales y osamentas olvidadas/ cada verso es un hueso amarillento expuesto al sol//Mi manifiesto buscaba calles donde expandir su eco/ y sólo encontró borrachos a medianoche/ Mi manifiesto son hombres y no palabras/ mi poesía hace cola para entrar al baño/ mi poesía también estuvo a dieta/ ha sido bulímica, anoréxica e idiota//Celebremos, hoy es un buen momento para darle una paliza/ a esta masa hecha de malolientes palabras.

Ya para concluir llegó el presidente Alan García y se corrompió todo. Fin.


jueves, 10 de junio de 2010

POESÍA de MIÉRCOLES homenajea a las féminas
FEMINÓPOLIS


David Novoa

Así como mandan en la casa también mandan en la Poesía. Lo demostró Feminópolis la noche del viernes 22 de mayo en el INC. Allí, entre una nutrida concurrencia de jóvenes universitarios y público en general se perpetró el tan anhelado Encuentro Poético de Mujeres convocado por las poetas Victoria Larco, Matilde Granados y un equipo de locos amantes de las musas.

Y es que son días de esplendor en nuestra aldea. Semanas atrás se realizaron funciones internacionales con el ballet de Rusia, se inauguró la sala de exposiciones del Teatro Municipal con una muestra de Guma Alvitez, se reactivó la Sala del Colegio de Arquitectos dirigida por la pintora Rosa Benítez -quien de inmediato instauró la muestra NO LUGAR- y la sala Impromptu del Cultural acometió con una expo del pintor Paolo Vigo. Y como cada miércoles en el Chaska, Poesía de Miércoles presenta a los locos del Perú en su adoración a la Belleza.

Sobre este mar de actividades culturosas es que Feminópolis se irguió como el deslumbrante cuerpo de una voluptuosa damisela formado por las poetas de Piura, Chiclayo, Lima y Chimbote. Todas ellas arribaron a Trujillo y se congregaron en el maternal útero de la Poiesis: La sala de conferencias del INC.

Bloggers como Marea Cultural, Kafé Sideral, Signoz hacían sus entrevistas cuando se encaramó al escenario la catedrática y activista social Violeta Barrientos. A través de una reseña de la literatura erótica, la escritora le dio el basamento intelectual a la escena y la limpió del prurito sexista y separatista. No. No era una reunión para acusar a lo masculino: era para celebrar lo femenino. Aplausos. Al subir al altar el primer trío de damiselas sorprendieron leyendo con más aplomo que sus pares hombres: tensas pero controladas, concentradas, hacían ameno oír los largos soliloquios de su femenil universo. (Evidenciamos que las lecturas de los machos son más dispersas y débiles. Quizá sin pretenderlo Indira Anampa, Ana Laura Quintanilla y Karla Kajilima sí ponían los puntos sobre las íes respecto a las tradicionales diferencias de los sexos).

Sus versos eran coloquiales, interioristas, un tanto sacrílegos y narcisistas. Y pese a confesar nerviosismo escénico lucían seguras y capearon airosas el momento. Luego llegó la proyección de Alice Vega que con registro audiovisual inyectó el toque conceptual y la indispensable chispa de buen humor. Junto a ella leyeron sus poemas Victoria Larco y Elena Chávez Goicochea, intelectiva la primera y emotiva la segunda. En ese momento y por un instante, afloró cierta ansia reivindicativa en el saludo de la organizadora. Quizá debiéramos reconocer aquí la ceguera egoísta e injusta con que nuestra sociedad ha tratado a la mujer a lo largo de la historia. Desde aquí, desde esta reunión de su inteligencia y sensibilidad, viendo cuanto más armoniosas y cuánta más personalidad que la mayoría de los poetas hombres poseen las féminas, advertíamos la machista cobardía de nuestro país. Y en nombre de las miríadas de infieles y mentirosos, de acosadores y discriminadores, me disculpaba silenciosamente por los prejuicios y los abusos que les hemos inflingido a nuestras hermanas, amantes y madres a lo largo de los siglos.
Mas si la tradición histórica las fue relegando a la casa, a la alcoba y a la cocina, no fue por el egoísmo de los machos que salían a cazar desde tiempos inmemoriales, sino por su propia condición maternal: Para cuidar a sus críos es que decidían quedarse las mujeres en las cavernas y en las aldeas después y en los departamentos ahora: Para ejercer el divino privilegio de la maternidad a la cual quedan ligadas luego de parir. Mientras el macho solitario -sin hijos que se le cuelgan a beber la vida de sus senos- perdido en las estepas buscaba el sentido de su existencia, la mujer siempre lo tuvo en su interior: El Amor a su hogar, a sus hijos y a su hijo mayor -el padre de sus hijos-, en fin, el Amor a su mundo.
Semejante a la Madre Tierra –la Madre de todas las madres- la madre humana no necesitaba moverse para encontrar la esencia de su Ser: lo tuvo siempre en su vientre, siempre en el radiante y milagroso centro de donde brota la existencia. Nuestras esencias dejaron al macho el mundo externo del cual se apoderó y a la hembra el reino del hogar. Pero estos son otros tiempos, pensaba, recordando a presidentas, gerentas, empresarias, escritoras y viendo a estas jóvenes artistas con talante y personalidad caminar por la vida a agigantados pasos decididos. En fin, aquí estaba Feminópolis.

La tercera mesa fue invadida por Denisse Vega, Matilde Granados y Danitza Crossby. Ya se habían caldeado los ánimos así que las aedas cantaban lo suyo más relajadas y sabrosas. Subieron luego Nevenka Walterdorsfer y Violeta Barrientos. De estos últimos grupos resaltamos las lecturas frescas y refrescantes de Matilde, de Nevenka -que nos envolvió con su deleitoso poema final- y de Danitza Crossby. A diferencia de sus compañeras intelectuales, a Danitza le resbalaban las miserias de la vida y disfrutaba todo con poético fervor: Me divierto en pasos lejanos/ alucinando nubes celestes/ viéndolas más cerca que nunca/ tocándolas, saboreándolas/ llevas, Tierra, nombre de flores// Duermo a pocos/ centímetros de la arena/ ella se desenvuelve/ cual grandiosa reina/ se mete por las paredes/ habita las sienes/ no le tengo miedo/ a las fieras/ los fantasmas/ me acompañan cada tarde/ y de noche astros divinos/ cantan conmigo odas grandiosas/ a su nombre...

Al salir nos enteramos que el INC había alquilado su sala de conferencias para la realización de este evento GRATUITO. ¡Gracias por su apoyo a la cultura INC! ...¡hombres tenían que ser!

FECHA 27

Noche repleta en PdM


¡Brrrr! ¡Hace frío en Trujillo! Los poetas tiemblan, les castañean los dientes, cambian sus chelas por trago corto. El gato del Chaska, Baudelaire, conversa con Beto Barriga mientras van llegando de a pocos lindas damiselas, artistas, diletantes, genios y retrasados mentales: los rara avis de la cultura local. Los asientos lucen llenos, además decenas de espectadores rodean de pie la sala de lecturas. La noche promete.
Mientras Tume y Olivares cantan alabanzas y glorifican a la Musa de la Poesía, se abre la puerta y aparece el primer semidiós: Walter Vásquez Pegrías del microcircuito literario Pegrías del Alma. Junto a la poeta y profesora María Esther Pérez, presenta su poemario-plaqueta: Ilusión de agua. La profesora es auspiciosa con Wálter quien lee su preludio: Ilusión de agua/ es una sencilla y pequeñita historia// Una forma de vomitar recuerdos/ una huida/ una melancolía desdeñada y abotonada al olvido/ un huayco de palabras/ una píldora para evitar obsesiones y manías del pasado// Una expulsión de gérmenes desbaratados/ de discursivos gritos de incertidumbre. Chévere Waltercito. Vertió su final discurso de cortesía y partió distribuyendo la plaquette entre los interesados.
Aún se oían los cánticos de los organizadores idolatrando al Estro Poético cuando se volvió a abrir el pórtico y brotaron alados y divinos los aedos Duncan Sedano y Luis Cabrera Vigo, el poeta Pasifae. El primero, presentador; el segundo autor de Retratos del Mediodía. Duncan –una de las grandes promesas literarias de los 90s y brillante abogado- le prodigó loas a los versos de Cabrera quien -suavizado por el floro del letrado- abrió feliz la puerta de sus sentires: Un día me detuve/ en medio del campo/ y me acosté a contar las nubes/ pasaban los pastores/ y me saludaban/ pasaban los animales/ y me olían/ no había prisa/ la vida también era contemplar/ las criaturas del cielo/ escuchar los bufidos terrenales/ y por un momento/ respirar hondo/ hondo. Bucólico feeling el de Pasifae. Continuó luego con sus más líricos devaneos: Es difícil vivir en este pellejo/ caminar y quererte/ cantar y contemplar de lejos tus ojos/ colocarme una máscara cada mañana/ sonreír a quienes nos quieren asesinar/ ayudar a quien se burlará después/ pedir agua para otros/ ¡y aquí uno muerto de sed!// Por eso ya no sé cómo sonreírle a las mañanas/ quiero ser como el sol/ amanecer y cantar todo de amarillo/ ser como las aves/ lanzarme hacia las nubes lejos del oprobio/ ser un pata bueno/ que camina por estas/ calles sin sombra y sin problemas/sin celular sin reloj sin dientes de oro. Aplausos para Luchito cuya testa fue rozada por el fulmíneo relámpago de la gloria (en realidad sólo era el brillo de su frente), pero su carisma sublimó la noche.
La tercera epifanía floreció con Johnatan Chacón, joven mancebo extirpado de las huestes del colectivo Confianza. Se abrieron los cielos y Johnatan cayó paradito con su terno bien rififí, envuelto en el áura de la inspiración. Leyó con iniciativa, con tensión, con -casi inadvertible- nerviosismo: Aprendí a mirar tus ojos viendo a las estrellas palpitar/ aprendí a sentir tus caricias sintiendo cómo tu boca toca la rosa en el mar// Aprendí a escuchar tu voz/ oyendo el susurro del viento/ despreciando al silencio violento/ Te amo, lo aprendí al despertar/ Te amo: lo siento. Suspiros, rumor de manos que se entrelazaban. Luego el músico Óscar Paz Campuzano envolvió su voz con acordes de guitarra y la noche se diluyó en deleites mil. Para finalizar Beto Barriga –quien habla de tú a tú con Baudelaire, el gato del Chaska- recitó un poema que olvidó a medio camino, no pudo recordarlo, se asó y se quitó. Entonces Baudelaire –el gato negro del Chaska- se paró en dos patitas y con voz de persona terminó la alocución de Beto. Michimichimichi!!! ...Miauuu (¡Zape pulguiento!!!). Fin.

jueves, 3 de junio de 2010

FECHA 26

Poesía de Miércoles con Harold

Miércoles en la noche. Apenas El Chaska entreabre su portón irrumpe como una tromba el público ansioso de Poesía. Los poetas soberbios, metrosexuales, llevando de la mano a suculentas vedettes, llegan en sus autos último modelo y entran... ¡al Canana! ¡al pachanguero local de al lado! (Son los poetas, sí, pero ¡los futbolistas de la César César Vallejo! Disculpen la confusión). Bueno, igual llegan nuestros poetas con sus chullos, con sus ternos, con sus libros bajo el brazo y se sientan a esperar el inicio del recital. El Pibe Olivares y Jorge Tume -que fueron a pedir autógrafos a los jugadores-, regresan pateando una pelota imaginaria, se hacen huachitas, se meten gol, cabecita, palomita, beshito ¡ya, carajo! Al llegar advierten que Harold Alva, el aeda piurano mil veces invitado, mil veces esperado y mil veces ausente llegó primerito esta vez. Sin más dilación entonces, al ataque: Empezó Moisés Castillo, poeta cajamarquino editado en España y en Inglaterra quien mora actualmente en nuestra apacible aldehuela. Aunque demasiado extenso –NUNCA SE DEBE SER EXTENSO EN UN RECITAL- Moisés dejó sentir sus anhelos líricos y fue degustado por el respetable. Le continuó Harold Alva, poeta, novelista, editor, director de la revista Contrapoder, antologista consumado y bebedor –pasada la medianoche- hasta de agua de acequia. Sus dolientes versos retumbaron en la eternidad: Qué pretendes ahora/ cuando he sido declarado un hombre muerto// Disfrutaba con el sudor/ que caía sobre mi frente/ y lo bebía como un animal ansioso/ lo bebía como una horda de coyotes/ que se tragaba la baba del hocico. Y remató el occiso: Y me apreté la mano con la otra mano/ para no sentirme solo/ para morir/ por lo menos conmigo. Su lectura fue concentrada y con buena dicción, y no sólo se le entendió claramente, sino se le sintió el feeling. Aplausos, palmas apristas, silbatina para ovacionarlo. Le continuó el laureado Kike Robles también del rico Piura, quien trajo buena vibra y buena poesía: Llueve y en el misticismo de hurgar el silencio/ hay unas ganas locas de buscar nuevas mentiras/ naves de papel que nos marquen otros cielos/ guirnaldas frescas de la dehesa/ alguno que otro planeta/ o atardeceres compuestos como crucigramas/ para acabar a palos esta imbécil tristeza. Menos contundente en su lectura, Kike se sostuvo con viviente emoción y fue saboreado por el dilecto público mientras una niñita paseaba por el escenario como si para ella nada pasara: ¿Poetas? ¿Poesía? ¡Nahhh! ¡Mira una araña!!! Y para cerrar con broche de diamante: El querido escriba sullanero Juan Félix Cortés, acogido por Trujillo hace ya varios decenios, indesmayable portador de una poética vigente hasta la actualidad: CINCO RAZONES PARA COMPRAR UN TELEVISOR: 1ero Comprarlo hoy día/ porque mañana costará tres veces más/ 2do Para que los vecinos digan/ por fin compraron/ televisor/ 3ero Para que mi mujer use/ desodorante Rexona/ y no digan que la abandoné/ 4to Para que aumente el capital/ 5to Para que los niños del/ Perú/ cuando crezcan/ se eduquen estúpidos/ no ladren a los que quitan/ el pan/ ni digan miau miau/ a los que violan la noche. Risas y aplausos. Juan Félix ha realizado una vasta obra dispersa aún en diarios, plaquetas, libros, revistas que habrá de ver la luz en su conjunto cuando caiga el sistema capitalista y se liberen las cárceles del grandioso sentir humano. Pero hasta que esto ocurra –dentro de 400 o 500 años- todavía lo leeremos en su pundonorosa revista: Lo que importa es el Hombre.
Concluida la primera parte se lanzaron los espontáneos: Alfredo Ruiz Chinchay nos trajo los saludos de los aedas de otras ciudades y ofrendó su idealista e internacional Pohemia Lux, Moisés Castillo reavivó el fuego poético con un contundente manifiesto: 1. La poesía es lo cierto-incierto de la vida: La certidumbre de ser todo y nada al mismo tiempo/2 Es la gran Unción de la Comedia: La gran noción de no saber nada de la existencia/ 3-Amor, tú eres poesía, yo soy poesía. ¿Nos desnudamos y nos amamos hasta hacernos un suave daño?/4-No hay poesía sin la musa Humanidad que sufre y goza. Sin el poeta que descienda de su Olimpo al fresco amor de la madre Tierra/ 5-La poesía es la gran Preñada y la gran Partera, la Bella Luz que se esconde en nuestras sombras/ 6-Es maestría y es epifanía/ 7-¡Oh maestros, obreros y amantes de la poesía! ¡Oh poesía y anti-poesía uníos y amaos de una santa vez! Con estas palabras la unción descendió sobre Poesía de Miércoles. Entonces Beto Barriga, a punta de alados bastonazos, verbalizó los últimos versos: Recibí la carta de un muerto/ en un sobre hecho de carne y hueso/ Escrita con sangre, tildada con lágrimas/ relata con pesar una historia de asuntos inconclusos/ interrumpida prematuramente/ con la llegada de la Muerte. Entró en trance Beto: Nadie vive de verdad/ Todo es un espejismo más creíble que la realidad/ un mundo ficticio/ donde nadie abre la boca cuando todos desean hablar. Luego de la velada, Diosito, Nuestro Amito Dios, viendo tan ingenuos y tan felices a los poetitas en sus locuras les mandó un meteoro tamaño de la luna que entró incadescente en la atmósfera terrestre y precisamente cuando los aedas veían como si estallasen mil soles juntos en la noche y justo cuando los mares se elevaban majestuosamente hasta los cielos y precisamente cuando ellos exclamaban: Miraaa... qué poeticazazaaazooo!!!... sucedió el Fin.
Fin de la crónica
y
Fin del Mundo.
Chau.