jueves, 4 de marzo de 2010

DESDE MARTE CON AMOR!!!

Por David Novoa

Los poetas son unos marcianazos. Dicen que los botaron de Marte -por marcianos- y que llegaron en una nave espacial llena de flores, con alas de libélula, navegando sobre un delicado olor a melancolía. Pero se equivocan: los poetas son de Venus, del planeta del ensueño y de la feminidad. Son extraterrestres, sí, pero su esencia es sensible y si a veces, ebrios, se exacerban en el fragor de las batallas, no es por burda bravuconería, sino por proteger al ser amado, que en la mayoría de los casos suele ser una flor.
Tres de estos alienígenas alunizaron sobre el Chaska este miércoles último. Eran altísimos –había que mirarlos como quien levanta la vista hacia el sol- y en lugar de la cordura utilizaban el color amarillo. El primero de ellos, César Olivares, El Pibe, inició el recital con nítida vocalización: Aunque digas que mis palabras son oscuras/ Tú eres la Luz de la que hablo/ Poesía. Rotundos aplausos. ¡Es bueno este muchacho!, se oyó a un entusiasta, pero fue desestimado inmediatamente porque se le identificó como Jorge Tume, su insobornable fan, (otro marciano). A mi primer amor/ no le seducían/ los ladridos ni las meneadas de cola/ por eso me dio a elegir:/ O tu perro o yo// Naturalmente/ le hice una perrada. Concluía Olivares con curativo buen humor para dar paso, cordialmente, al poeta que suele desaparecer desnudo por el horizonte desértico y días después reaparece con el rostro fulgurante y los ojos en blanco. Se rumorea que ha visto a Dios y que, incluso, le ha tomado fotos. Cantó así José Carlos Orrillo: Los Guardianes de la Tierra/ son los vigilantes ocultos de los territorios/ sagrados./ Desde lo alto de los cerros/ mimetizados en las formas de las piedras/ vigilan la transformación inexorable de sus templos y huacas.// Silenciosamente observan a los hombres del presente discurrir distraídos/ bulliciosos/ ignorantes/ del Sentido/ y de lo Santo. De inmediato, de forma inusitada, a merced de un gesto mágico, Orrillo se transformó en una ameba, luego en un pez, después en un reptil, pasmosamente pasó a ser un ave y concluyó su metamorfosis –que duró menos de un segundo- cuando volvió a su forma original: un marciano. Y fue de esta taumatúrgica manera que dio paso al talentoso aeda nacido en Chile y domiciliado en México, Héctor Hernández Montesinos. Hernández llegaba precedido de un díscolo y bien fundado prestigio, de poderosos poemarios y de experiencias en éste y otros mundos. El recientemente galardonado con el máximo lauro de Poesía en su país –el premio Pablo Neruda-, inició así: No a las respetables putas de la belleza/ no a los distinguidos perros de la Poesía/ nosotros hemos cantado a nuestra generación/ sin lograr despertarlos del miedo/ nosotros hemos jugado a ser la palabra derramando a tiros el desenfado/ sobre las cabezas de los boquiabiertos que nunca imaginaron/ un arrebato como éste para la Poesía. El público temblaba de excitación: Buscamos luchar contra la desesperación del tiempo y los demonios del poder/ no escribimos artes poéticas/ leemos la coyuntura de la vida./ Estamos viviendo el luto de nuestro tiempo.// No a las respetables putas de la belleza/ no a los perros de la Poesía. Salva impetuosa de aplausos, Orrillo se transformaba y destransformaba y el público feliz como una perdiz. Le continuaron Beto Barriga con una especial aparición, posteriormente el melodioso joven Eduardo Elías rasguñó las cuerdas para el solaz del respetable y se terminó la noche con los Maravillosos Vigo, -Hugo padre y Hugo hijo- quienes encandilaron noblemente a las almas con guitarra y acordeón.
Se comenta que, a medianoche, una nave espacial sobrevoló el Chaska y se levantó a todo el marcianaje hacia mejores, más etílicas y más elevadas esferas.
Pero nadie la vio.


2 comentarios:

diálogos de papel dijo...

¡Todo un descubimiento! en estos caminos de marcianos, me estoy sintiendo de la misma manera, una marciana con esos pensamientos que nos encandila desde la primera "a" que dibujamos en ese trance irrepetible de la inspiración.
He llegado hasta aqui circunstancialmente, mi nave virtual se perfiló acertadamente y llegué a cada uno de Uds. descubriendo personajes para mi familiarizados en estos caminos de letras y me siento muy bien ponerme de marciana seguidora en este cosmos de inagotables experiencias.
Lo léido y observado, son motivos más que suficientes para estar en POESÍA DE MIÉRCOLES.
¡Muy bien y felicitaciones por este trascender!

Saludos
Lucy Martínez

César Olivares Acate dijo...

Hola Lucy! He aquí los marcianos enviándote una señal de reconocimiento. E invitándote, Lucy, a visitar el Chaska y -si lo deseas- a leer en Poesía de Miércoles tus propios poemas. Marcianamente. David Novoa.