jueves, 17 de junio de 2010

FECHA 28

Poesía de Miércoles: Homenaje a Babel y Zahorí


Los nombres de Duncan Sedano, Carlos Prado y Miguel Ángel Pajares sonaron fuerte en la poesía trujillana en la década de los 90s. Duncan y Miguel Ángel se repartían cada año todos los premios Lundero de Poesía y tenían a su cargo además Saliendo de Babel, la página literaria del suplemento Dominical de La Industria. Carlos Prado, por su parte, además de ser un poeta édito, fue el gestor de la revista Zahorí y de varios recitales que irradiaron el fuego poético en aquel entonces. Mas los años pasaron vertiginosos. De los claustros universitarios los aedas migraron a los claustros judiciales y la Musa que antaño acariciara sus frentes cansinas y hundiera delicadamente los dedos en sus cabelleras, se retiró ante la llegada de manos más carnales y sensuales: acariciables y tangibles manos de mujer: Los poetas se casaron, tuvieron hijos, destacaron en sus profesiones, la inocencia que antaño abrió la puerta a la Poesía la clausuró entre sollozos y los que fueron los portadores del fuego sagrado le pasaron la antorcha a los nuevos locos de la Belleza.

Por eso Poesía de Miércoles invocó a los Zahorí, ya catedráticos y destacados hombres de leyes, pero en lo más profundo de sus corazoncitos, contemplativos aedos. Así que llegaron soledosos y nostalgiosos y cantaron sus nuevas églogas al público de miércoles.

Duncan inició con la inteligente crudeza que lo caracteriza: Hoy no llueve en Trujillo/ en realidad/ nunca ha llovido/ pero igual espero// Tengo las manos manchadas de crimen/ Es mi oficio// En ciertas ocasiones/ he intentado identificarme con las cosas de este mundo/ amar la belleza del gesto puro/ abrirme en canal el corazón/ quebrar la realidad/ he intentado convertirme en ser humano/ A cuánta gente he comprado/ cuánta gente me ha comprado/ fácil barato 2 por 1/ Pero no fue posible// Más tarde quizá llueva/ no he de perder la esperanza/ y levanto al cielo mis ojos/ implorando que por favor suceda/ que por favor llueva/ que por favor la ceniza de mis padres no se pierda en la memoria/ que por favor recojan mi cuerpo de la calle solitaria/ donde resbalé una noche sobre excrementos// QUE LLUEVA. Beto Barriga, conmovido, interrumpió para solidarizarse y felicitar al poeta. Le siguió Carlos Prado con sus melancólicas letanías: Poema dedicado a Diego Armando Maradona: PELUSA: Escribir desde el Perú sobre ti/ después de/ haberte visto solamente en televisión/ me otorga una singular retrospectiva// Las calles que en blanco y negro / dieron sombra a tus primeros sueños/ y a tu olímpica soledad/ son las mías/ nos conducen a los mismos paraderos// La gran diferencia consiste en que tú/ lograste hacerle un gol al miedo/ yo solamente un mal verso// Tu cruzaste el estadio azteca/ y tumbaste a la Dama de Hierro//Yo escondí el balón que compré con mis propinas/ gastado y desinflado/ como mis pretensiones de emularte// Pero se sirvieron de tu antigua tristeza/ mal disimulada con goles que te fueron dejando/ cada vez más solo// Tienes que aceptar que la vida también es redonda/ como el estadio vacío/ donde ocurrió tu última pesadilla// Hay que promocionar a otro muchacho más delgado que tú/ más ágil/ para que siga el partido/ así lo establece el contrato/ que habría sido firmado por mí/ como televidente. Beto Barriga salió de la sala y luego de unos minutos trajo un mohoso balón para el poeta. El gato Baudelaire lo olió y se fue a orinar asado. La lectura continuó con los sentidos versos de Miguel Ángel Pajares: FAROS: Hasta lo alto de los faros/ llega el perfume de las costas/ que soportan la nostálgica ausencia de los seres// Veloz es entonces el recuerdo de las ciudades vagabundas/ donde las canciones alcanzaron muchas veces/ los ecos del éxito/ haciendo que miles de jóvenes saltaran hasta derribar los coliseos/ y veloz es también el mar/ donde acude el fin del tiempo para descansar su fatiga// Son los faros el lugar de los olores suaves/ de los ruidos lejanos/ de la simple soledad que no intenta vestirse/ Nunca serán lugar de alegría/ ni destino ni fin de algún camino/ Lo alto de los faros sólo será el lugar/ donde existe la luz que espera// Al fin territorio para el perfecto olvido. Aplausos para los tres poetas. Beto Barriga ya se había transformado en Rimbaud, Holderlin y Milton al mismo tiempo, así que -bastón en mano- se mandó con un poema inquietante, hechando fuego por la boca: El viejo observa con ojos vidriosos/ inhala oxígeno, exhala memorias/ le gusta pensar que es un árbol/ la razón de su seca y arrugada piel/ le pide a Dios todos los días/ por lo que queda de la temporada// Al viejo le duele verse a sí mismo/ desgastado/ compuesto/ frágil/ putrefactas/ irracional recelo/ hojas marchitas. Ya cerrando el telón irrumpió, avesado e inesperado, Patricio Córdova dándonos con el mazo del sarcasmo en pleno rostro: Sacó una bolsa de chizitos de su morral y extrajo de ésta un largo pergamino: Mi poesía es como un chizito/ no te salvará la vida/ pero cómo la disfrutas: Leyó entonces, agresivamente, su manifiesto: La poesía que destella en mis venas está podrida/ carece de valor/ ningún banco de sangre desea beber de ella/ Mi poesía carece de pretensiones/ no quiero ser surrealista ni supra ni Dadá/ las calles que me secuestran saben que mi poesía no es callejera ni profunda/ mi poesía tiene huecos en las avenidas/ ojos de mujer angustiada/ tiene código de barras/ tiene un número equivocado en la línea telefónica/ Mi error principal consiste en creer/ que todas las palabras suenan a vacío/ a carne descompuesta/ a un enorme animal mitológico que secuestro y torturo a manotazos// Hasta aquí mi manifiesto es pensar, creer que pienso/ creer que la materia de mis palabras tiene trascendencia// Además la poesía no es un negocio rentable en estos días/ dediquémonos a vender armas/ dediquémonos a las más grandes aventuras acorde /a nuestra condición de gansters//Aquí lo que falta es poesía / una mariposa de colores universales con patas descomunales// Mi manifiesto es inestable, porque no establece ningún canon/ Mi manifiesto pretende defenderme del amor/ porque a una mujer se le ama de verdad/ cuando se le ve de perfil/ porque creemos que ese perfil es la otra parte// Mi poesía es un perro muerto hace unas horas/ mi poesía también es enterrada cada tarde entre arenales y osamentas olvidadas/ cada verso es un hueso amarillento expuesto al sol//Mi manifiesto buscaba calles donde expandir su eco/ y sólo encontró borrachos a medianoche/ Mi manifiesto son hombres y no palabras/ mi poesía hace cola para entrar al baño/ mi poesía también estuvo a dieta/ ha sido bulímica, anoréxica e idiota//Celebremos, hoy es un buen momento para darle una paliza/ a esta masa hecha de malolientes palabras.

Ya para concluir llegó el presidente Alan García y se corrompió todo. Fin.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por favor, sigan enviando las propagandas del evento.
Pensé que ya había terminado el ciclo de Poesía d Miércoles.

Saludos

david dijo...

Estimado Wálter, pero si tú sabes más que nadie que el plan es hacer Poesía de Miércoles durante todo el año! Esta semana será espectacular con David Hoyos, EL PAYASO DE MIÉRCOLES!!! y tres deleitosos poetas...