miércoles, 23 de junio de 2010

FECHA 29

Poesía de Miércoles: Noche de Betos, Asaltos y Alumnos


Es hermosa la Poesía. Realmente lo es. Esta noche llegaron tres poetas colegiales escoltados por la profesora María Esther Pérez del proyecto literario Décima Musa. Iniciaron el recital presentándose con una contagiante ingenuidad que impregnó de dulzura el ambiente. Oímos así el Credo Poético de Laury Trujillo: Poesía Nuestra/ que estás en el sentimiento/ santificada seas en este papel/ ven a nosotros como estrellas de luz/ hágase tu voluntad en los libros/ como en la existencia/ danos hoy la inspiración/ y perdona nuestra inconstancia/ así como nosotros perdonamos la incomprensión... Conmovedor poema de esta jovensísima amante de las letras. Le siguió el pundonoroso joven Leoni Rebaza quien nos trajo el panorama mortalmente sombrío de su alma: Pido perdón a todas las sonrisas que maté/ con este retrato de la verdad/ pero hoy mis demonios se han vuelto amigos míos// Hoy es un día para morir sin razón/ pues para aquellos que piensan que están vivos/ no hay engaño más grande que los latidos de su corazón! Leyó con juvenil crudeza el buen Leoni y le continuó Daniela Luciano Lázaro, la Alcaldesa Escolar incapaz de contener el éxtasis amor que la consumía: Eres ese ser que se vuelve sombra de mis sueños/ tu mirada se apodera del silencio de mi alma/ eres el pincel mágico que dibuja mi nostalgia/ eres quien inunda mi horizonte con la melodía de tu calma... Poéticas linduras que nos compartieron estos adolescentes embebidos ya en sus pininos literarios. La profesora María Esther concluyó la escena inicial con la melodiosa declamación de un poema extenso como un río y se despidieron entre potentes aplausos y felicitaciones mil. Les siguió Beto Zelada, introspectivo y contemplativo poeta de Legión, cónclave de bardos, asesinos a sueldo y multimillonarios excéntricos. Nos sorprendió Beto Z con un estilo filosófico que pocos irradian desde Poesía de Miércoles: Yo le escribo a las sensaciones/ o a cualquier elemento que tenga que ver con ellas en génesis o consecuencia/ Les escribo porque hacerlo resulta tangible a mi percepción/ Sinceramente es un ejercicio que se puede realizar mucho más allá de las manos/ ¿cuánto hay que pensar para poner la palabra duda sobre el papel/ sobre la carne? Los espectadores brindaban con ajenjo, whisky y champagne, algunos hasta bebían la sangre del gato Baudelaire al que habían sacrificado en el callejón del Chaska minutos atrás. Continuó Beto Z: El hombre es una cáscara/ pero no es débil:/ quien le golpea/ se hunde en su vacío. Excelentes versos –lúcidos y desconcertantes- con que finiquitó este aedo su aparición previa a la llegada de los Legión. Ellos habrán de presentar Trama, su revista literaria, en las próximas semanas; mas en este preciso instante Beto Z tuvo que saltar de la mesa porque llegó el turno de Beto Barriga quien ya lanzaba bastonazos a diestra y siniestra y rugía uno de sus poemas más celebrados: Rewind. Beto increpó, amenazó, rogó, clamó, abrió las nubes, abrió el mar rojo, abrió su corazón, resucitó al gato Baudelaire y despertó la exaltación en las almas presentes. Jorge Tume y César Olivares de organizadores de Poesía de Miércoles se transformaron ipso facto en Presidentes Fundadores del Club de Fans de Beto Barriga. Única condición para pertenecer: Ser hermoso y no tener nada que ver con la normalidad. Beto recibió una cerrada salva de ovaciones y partió de la mano de Baudelaire, el gato al que resucitó con conflictos de identidad. (Guau! guau!, se quejaba el minino de su nueva voz).

Y para terminar la noche Katia y Carlos Asalto, directamente desde las multicolores cavernas del averno musical trujillense, nos trajeron su proyecto Maquinaciones. La performance sonora se titulaba: Maquinando Maquinaciones. Katia se dedicó a los teclados, tierna y gentil y el Asalto recibía descargas eléctricas, ponía los ojos en blanco, tormentas y tempestades despeinaban su larga cabellera, su alma salía y entraba de su cuerpo y finalmente murió en el escenario cumpliendo el sueño de su vida. Pero Beto Barriga, haciendo uso del Verbo viviente, lo resucitó justo como hizo con el gato Baudelaire e, igual al gato, Carlos Asalto renació con una nueva voz al mundo musical trujillano: pío, pío, pío...

Parece que su próximo concierto será en una granja infestada de gripe aviar.

FIN.

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